Todos los operadores de forex tienen como objetivo final obtener ganancias. Por desgracia, este objetivo no es tan fácil de lograr y los fracasos son inevitables. La negociación de los mercados financieros conlleva un riesgo significativo de pérdida de dinero. Desafortunadamente, las pérdidas pueden ser devastadoras, hasta la suma total invertida. Sin embargo, los operadores sabios son prudentes. Para obtener los resultados deseados, deben tener paciencia y autocontrol. Aparte de eso, existen ciertos métodos de gestión de riesgos que son una parte indispensable del proceso de negociación.
Estos son algunos de estos métodos:
1. Establecer un Stop Loss. En uno de nuestros artículos, ya hemos proporcionado una explicación detallada de qué es un stop loss y cómo usarlo. En resumen, un stop loss es una instrucción para que un corredor cierre una operación abierta tan pronto como se cumplan ciertas condiciones. Colocar una orden de stop loss puede ayudar a los operadores a evitar pérdidas significativas, ya que se cierra una transacción antes de que los precios se muevan en una dirección desfavorable.
2. Dividir el capital de inversión. Como dice un refrán: “no debes poner todos los huevos en una canasta”. De hecho, una buena solución es invertir en más de uno o dos activos. La mayoría de los instrumentos de forex se negocian en pares, por lo que cuando uno de los activos cae, otro sube. La buena y antigua diversificación de activos a menudo ayuda a reducir los riesgos.
3. Piense dos veces antes de abrir una transacción. Cualquier decisión de negociación debe estar bien equilibrada. Ciertamente, puede haber una situación en la que las condiciones del mercado parecen ser extremadamente favorables y la necesidad de abrir una transacción sea demasiado fuerte. Sin embargo, el mercado impredecible y es imposible decir con certeza hacia dónde se moverá el precio hasta el próximo momento. Por lo tanto, piénselo dos veces antes de abrir y no arriesgue demasiado dinero en transacciones espontáneas.
4. Control de emociones. Para tomar decisiones bien equilibradas, se debe mantener la cabeza fría. Durante períodos de alta volatilidad, cuando las cotizaciones van y vienen y las emociones aumentan, es muy fácil perder la cabeza. Sin embargo, es fundamental mantener la calma y no tomar decisiones apresuradas.